Discusiones de pareja ¿Por qué discutimos?
Las constantes y recurrentes discusiones de pareja son uno de los motivos más frecuentes de ruptura.
Cuando éstas ocupan gran parte del tiempo que compartís la relación se convierte en algo desagradable y doloroso. Donde la distancia emocional y el desgaste pasan a ocupar un lugar central en vuestra relación.
Las discusiones forman parte de las relaciones humanas. No siempre estamos de acuerdo con amigos, familia, jefe…es natural no compartir los mismos puntos de vista. Las dificultades y los problemas que se derivan de la forma en la que discutimos es lo que hace daño y daña el vínculo emocional.
Sería utópico pensar que nunca se va a discutir con la pareja, de echo hasta sería raro… Pero lo que daña la relación de pareja es el modo en el que se discute.
Las constantes discusiones de pareja que conllevan ataques personales, falta de diálogo, de negociación, de consenso, pueden generar gran malestar. Este aparece no solo dentro de la relación, si no que también afecta emocionalmente por separado: generando cansancio físico, estrés, ansiedad, insomnio, tristeza…
Es importante buscar una solución en la que podáis comunicaros sin dañaros durante las discusiones de pareja. Encontrar la forma de expresaros libremente sin que se genere fuertes discusiones, ya que no llevan a una buena solución.
Muchos pueden ser los motivos que generen discusiones de la pareja. Veamos algunos de ellos:
- La falta de deseo sexual o la existencia de alguna disfunción sexual pueden ser motivos de discusiones frecuentes. Si estos problemas no se solucionan y se alargan el tiempo pueden crear distancia afectiva dentro de la pareja, así como pueden ser motivo de nuevas discusiones.
- No compartir tiempo juntos puede generar mucha insatisfacción dentro de la pareja, generando frecuentes discusiones.
- La intromisión de la familia extensa puede generar estrés dentro de la relación, los múltiples compromisos familiares pueden hacer que se descuide el tiempo de intimidad dentro de la pareja.
- Temas relacionados con la educación de los hijos y la falta de consenso en éstos.
- La demanda de más compromiso por parte de un miembro de la pareja.
- El reparto desigual de las tareas domésticas también lleva a una falta de equidad, lo que puede ser motivo de discusión.
- Proyectos personales que son incompatibles con la dinámica de pareja actual que hacen que se tenga que replantear el proyecto común de pareja.
- El estrés laboral o atravesar por un periodo personal desagradable puede hacer que se vuelque el malestar emocional en la pareja.
- Los reproches y las diferencias no resueltas pueden ser temas constantes de discusiones y enfados.
- No aceptar diferentes puntos de vista, modos de vivir, valores de nuestra pareja por ser incompatibles con el propio modo de pensar.
Como decía más arriba, las discusiones y los desacuerdos forman parte de cualquier relación, siendo lo que genera desgaste y malestar emocional las formas, los reproches y las actitudes ante las discusiones.
Gracias a la terapia de pareja podéis aprender nuevas formas de comunicaros, reparar los daños creados, aumentar la intimidad, trabajar el deseo sexual… Todo ello con el fin de que recuperéis y disfrutéis de vuestra relación.