Cuando sentimos irritabilidad durante el confinamiento.

¿Por qué podemos sentirnos nerviosos y con más irritabilidad durante el confinamiento? Este breve post trata de explicar algunos de los motivos.

Muchas son las personas que tras imponerse el estado de alarma y su confinamiento, comenzaron a sentirse diferentes con respecto a su última semana. Y no es para menos, ya que la situación es totalmente novedosa.
Antes de que todo sucediese muchas personas nos encontrábamos ajenas a lo que conlleva un confinamiento. No se ha vivido una experiencia similar y no se sabía cómo nos íbamos a sentir, cómo llevaríamos el aislamiento social, el cambio de rutinas, etc.

Los primeros estudios realizados sobre las consecuencias que el confinamiento tiene sobre la salud mental anuncian algunas de las siguientes consecuencias: ansiedad, depresión, desorientación, nerviosismo e irritabilidad.

En algunas de las jornadas laborales actuales se nos exige pasar muchas horas dentro de una misma sala, edificio o por ejemplo en una oficina de tamaño reducido. Con todo, tras acabar la jornada hemos de volver a casa bien a descansar, pasar tiempo con la familia, o prepararnos para el día siguiente. Por lo que objetivamente no es que pasásemos muchas horas al aire libre o disfrutando de los seres queridos.

Durante la cuarentena, el aislamiento social se torna mucho más estricto, siendo vivido como muy difícil emocionalmente para algunas personas, lo que puede generar cierta irritabilidad. Aunque pasemos muchas horas en la oficina delante de una pantalla por ejemplo, siempre estamos rodeados de personas, sintiendo que en cualquier momento puedes bromear con el compañero, invitarle a un café… Sentías la libertad de poder ir de un lugar a otro: del trabajo a casa, de casa al gimnasio, al parque, al cine…
Esta sensación de perdida de libertad y de movimientos puede generar cierta irritabilidad.

Nuestra parte consciente nos dice que es mejor quedarse en casa para evitar la propagación del virus y tomar todas las medidas necesarias para no colapsar el sistema sanitario. Pero emocional y físicamente seguimos teniendo la necesidad de estar cerca de nuestros seres queridos, de sentir que podemos elegir qué hacer con nuestro tiempo, de estar en la naturaleza, te hacer deporte al aire libre.

Al ver estas necesidades frustradas se despiertan sensaciones como irritabilidad, nerviosismo, desasosiego que en el mejor de los casos logramos calmar.

Algunas recomendaciones que pueden ser de ayudar para bajar los niveles de irritabilidad durante el confinamiento:

• Lo primero es no negar que sentimos irritabilidad, lo que no quiere decir que demos rienda suelta a su actuación. Es decir, que nuestros acompañantes de cuarentena tengan que sufrirla a través de malas palabras, gritos. No suele ayudar sentirse culpable por sentir esta irritabilidad, ya que puede aumentar o empeorar la sensación desagradable. Hablar de ello puede ser de gran ayuda, probablemente te sientas reflejad@ y acompañad@ observando que alrededor también atraviesan por momentos de irritabilidad.
• Date tiempo y espacio para gestionar las emociones. Permite sentirlas para poder dialogar con ellas y así darte los cuidados que más necesites en cada momento: darte una ducha, pasar tiempo a solas, escuchar música, tocar un instrumento, leer un libro, ver una serie, llamar a algún familiar, amigo…
• Vigila el consumo de alcohol. En estas fechas se ha disparado el consumo de alcohol, en especial el de cerveza. Un alto consumo de la misma puede aumentar sentimientos relacionados con la irritabilidad, depresión y desesperanza.
• No es momento para agobiarse con el futuro. Este es incierto para todo el mundo en este momento. Es necesario que nos autocalmemos y que intentemos vivir cada día como un nuevo reto. Cuando lleguen las dificultades futuras si así fuese, nos ocuparemos de ellas de la mejor manera posible.
• Se realista con las exigencias que te impones durante la cuarentena. No intentes hacer en un mes todo lo que no se puede hacer en tres. Procura tratarte bien y hablarte con cariño. Lo estas haciendo lo mejor que puedes.
• El ejercicio físico puede ayudarte a cubrir la necesidad de movimiento, además de permitirte mantenerte ágil durante el confinamiento. Tras su realización, la liberación de endorfinas aumenta la sensación de bienestar general.
• Practica ejercicios de relajación siempre que lo necesites para bajar los niveles de irritabilidad.

Espero que este post te haya ayudado. Si quieres déjame tus comentarios o dudas en este contacto.