Hábitos para evitar comer de más.

Hábitos para evitar comer de más.

La pérdida de control durante las ingestas es un motivo de consulta muy demandado actualmente. Cada vez se habla más de los problemas que padecen algunas personas con la alimentación. En esta publicación vamos a a hablar de algunos hábitos que pueden ayudarte a evitar comer de más.

En la primera sesión, cuando la persona se atreve a reconocer que tiene un problema con la alimentación, suele aflorar un gran sentimiento de vergüenza por padecer este problema. También la sensación de perdida de autocontrol con la ingesta genera mucha culpa y desconcierto. Y es que socialmente, muchas veces los problemas con la alimentación siguen percibiéndose como algo superficial. Llegando a comentarse que simplemente se trata de un problema de »fuerza de voluntad».

Es necesario todavía realizar mucha labor de información para comprender que se trata de un verdadero problema de salud. Por supuesto, los comentarios que apelan a la falta de compromiso de la persona con su propia regulación en las comidas, solo ayudan a que el problema siga manteniéndose en secreto. Lo que a su vez repercute en el mantenimiento del problema empobreciendo el autoconcepto y afectando a la autoestima. Por todo ello, estas dificultades con la alimentación suelen llevarse en secreto durante largo tiempo. Es necesario entonces realizar no solo un reaprendizaje de hábitos y rutinas alimentarias, sino también trabajar procesos emocionales y psicológicos que intervienen en este problema.

Estas rutinas y hábitos que comparto para evitar comer de más las puedes ir introduciendo día a día, en función de tus posibilidades. Es cierto que quizás no en todas las comidas, ya que a veces puede resultarte difícil debido al horario de trabajo, lugar en el que te encuentres, elección de los alimentos, etc. Pero tenerlo en cuenta puede ayudarte a ser más consciente de las cantidades y de tu saciedad a la hora de comer.

-Elegir un espacio tranquilo, bien ventilado y con iluminación agradable. Estos aspectos pueden contribuir a transmitirte cierta calma en la hora de las comidas. Ayudando así a que la ingesta sea más calmada y consciente.

-Tener presente que tienes tendencia a comer más rápido de lo necesario. Es recomendable que justo antes de comenzar a comer, dediques unos segundos a tomar conciencia de este aspecto. Respirar profundamente antes de cada comida también puede ayudarte a relajarte y poner más atención sobre el proceso.

-Realizar las comidas sin tener delante alguna pantalla. Esto hará que prestes más atención al proceso que estás llevando a cabo. Ayudará no solo a que seas más consciente de las cantidades ingeridas, si no también del proceso de masticación, del sabor, olor y textura de los alimentos, de cómo te está sentando, etc.

Al comer con distracciones, como puede ser viendo una película, revisando las redes sociales, etc. Provocan que dejes de prestar atención sobre el hábito de comer, y también el contenido que estés percibiendo, puede afectar a la velocidad de la ingesta.

-Elegir de antemano las cantidades que vas a ingerir provoca que te plantees cuánto necesitas realmente para quedarte saciada o saciado. Es importante que no te quedes con hambre, pero que tampoco te sientas con pesadez al acabar.

Si sufres un problema con la alimentación, puedes sentir constantemente que no sabes cuál es la cantidad adecuada. Esto ocurre entre otros factores, porque debido a los desajustes en las ingestas, tu organismo ha dejado de percibir cuánta cantidad necesita para sentirse saciado. Este proceso de reeducación requiere de un análisis concreto de cada caso. Sin embargo, te animo a realizar una estimación en cuanto a la cantidad que vas a ingerir en cada comida y que después evalúes cómo te sientes. Esto te dará pistas de dónde se encuentra tu punto de saciedad.

-Es también importante evitar saltarse comidas. Cuando nos saltamos comidas generamos en el organismo una respuesta de estrés provocada por acumular más hambre hasta la siguiente ingesta. Con la consecuencia de tener la sensación de necesitar comer mucha cantidad para poder saciarnos. Se produce una respuesta fisiológica en la que el cuerpo, por miedo a permanecer otra temporada sin ingesta, con miras a sobrevivir, demanda acumular energía suficiente por si se repite la carencia de alimentos.

Es recomendable entonces, tener a mano algo de alimento para evitar que esto ocurra.

Si crees que puedes estar teniendo un problema relacionado con la sobreingesta de alimentos es recomendable que consultes con un especialista. Estos desajustes pueden tratarse y poco a poco verás como vas recuperando el control sobre tu alimentación. Los sentimientos de vergüenza irán desapareciendo ya que verás que no se trata de un problema de »fuerza de voluntad». Si no que es una dinámica que se ha ido construyendo con el tiempo, muchas veces sin que te dieras cuenta de ella. No olvides que nunca es tarde para poder mejorarla.