Caer en la rutina dentro de la relación de pareja.
Caer en la rutina es una de las mayores preocupaciones actuales de la vida en pareja. Sois muchas las que consultáis con miedo a que la rutina acabe con vuestra pasión y ganas de continuar en la relación.
Como sabrás, hay rutinas diarias que benefician tu relación creando cierta estructura en el día a día, por ejemplo comer juntos, hacer la compra, limpiar la casa,… Pero la desilusión surge cuando acaban siendo estas tareas las únicas que acabáis compartiendo, lo que os genera la sensación de que más que formar una pareja pertenecéis a una especie de “equipo organizativo”, que sortea obstáculos diariamente dejando de lado vuestra relación.
Cuando estas acaban siendo las únicas actividades que compartís comenzáis a sentir cierta monotonía, falta de interés para compartir un tiempo intimo y especial, sentimientos de aburrimiento y apatía frente a la relación, que hacéis las cosas por inercia…
Atrás van quedando los primeros momentos de ilusión y pasión que hacían de vuestra relación un lugar especial y único, dónde os faltaban las horas para compartir actividades, descubrir nuevas experiencias, mantener relaciones sexuales, compartir vuestros secretos e intimidades, etc. Y es que después de la etapa del enamoramiento es necesario reestructurar la relación y dotarla de nuevos significados y dinámicas que se adapten a vuestras nuevas necesidades.
Cuando esto no sucede y la rutina os gana la batalla, veréis como se ven afectados aspectos centrales de vuestra relación. Uno de los primeros en manifestarse es la disminución o desaparición total de la pasión. Es una de las que más suelen afectar psicológicamente a la pareja, sobre todo si la sexualidad tenía antes un peso importante dentro de la relación. En muchas ocasiones puede aparecer aquí la falta de deseo sexual y las disfunciones sexuales.
La ilusión en compartir nuevas experiencias e intimidad emocional también van desapareciendo cuando la rutina se instala en vuestra relación. Ambas se viven con sentimientos muy desagradables que os pueden llevar a cuestionarios la relación, si realmente tenéis un futuro en común, si merece la pena, etc. La creatividad y la espontaneidad también se ven dañadas. Esto se manifiesta cuando confesáis en la consulta que ya no sabéis qué hacer para salir de la rutina, que no se os ocurren cosas nuevas que ofrecer a la relación y que aun que lo intentéis acabáis haciendo siempre lo mismo.
Es común que lo describáis como un circulo vicioso del que os cuesta salir, siendo necesaria en estos casos una ayuda profesional que os acompañe en lograr los cambios necesarios para hacer de vuestra relación un espacio confortable.